Sin Sangre
La obra apunta a la perturbadora necesidad de reconstrucción de la memoria; al torbellino de pasiones desatadas en la forma de venganza, de amor, de absoluto, soledad, eternidad, fatalidad, placidez, angustia, paz, tiempo. Sin Sangre quiere fundir (con-fundir) los lenguajes y técnicas del teatro y del cine, hacerlos inseparables e indiferenciables, creando la ilusión de viajes temporales y espaciales, en un constante ir y venir de historias, generando relatos vertiginosos que escapen de las cuatro paredes de un teatro.
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